015 - ¿EN QUÉ DIOS CREEMOS?

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Qué significa la repetida frase religiosa que afirma que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios?

Debe ser de las más repetidas ya que en apariencia nos da la tranquilidad de que somos divinos. Y con eso nos basta. Listo. Que bueno!

Y de ahí en adelante a algún famoso pintor se le ocurrió dibujar a Dios en el Vaticano con apariencia humana, barba de viejo, un físico de adulto mayor ( de cuantos años? y.... diríamos que de 5 ó 6 millones de años... no sé.... cuantos años puede tener Dios? Que estupidez, verdad?) pelo canoso (lo que significaría que su cuerpo como el nuestro se va deteriorando con el paso del tiempo.... antes no tendría canas, o sea que algún día... se morirá?) en fin, una sarta de características humanas semejantes. Un dios semejante a nosotros.

Por otro lado tenemos a los ateos, que no creen en Dios. En qué dios? Y... en ese que dibujó o pintó el artista famoso... ese Dios del pelo canoso, barba, etc. Yo coincido con los ateos: no se puede creer en ese dios.


Y también están los agnósticos. Que no creen que se pueda creer en Dios si no se puede probar que exista. Y como no pueden, no creen. Algo así como "ver para creer" porque si un día vieran a Dios de repente puede ser que allí decidan creer sin más pruebas. Hablan de un dios incognoscible.

El asunto es que todo es exactamente al revés. Dios es pura energía y nosotros, creados a su imagen y semejanza somos pura energía. Es cierto que estamos en cuerpos de energía de muy baja vibración y sabemos que la energía a medida que baja su frecuencia, su vibración, se va transformando en materia, se densifica hasta ser piedra o montaña o cristal en la más baja densidad.

Hay energía variónica, como la que vivimos en la tierra de tercera dimensión, y hay energías más elevadas, como la taquiónica o la morontial. Y hay energía tanto en la matería como en la antimatería e incluso en la no materia, o en la nada como podríamos decir. Que no es nada, sino algo también y es sede de La Fuente que Todo lo Es. Y esa energía vibra constantemente. Por eso en El Kybalión lees: TODO VIBRA, hasta el vacío.

Entonces podemos decir que somos como dioses, porque eso es ser a imagen y semejanza de Dios, que nos creó iguales a Él. Tenemos las mismas capacidades de evolucionar, de ascender, de aprender y subir, subir la espiral que terminará siendo Uno con el Creador. Eso es porque somos a su imagen y semejanza. No Él a nuestra imagen y semejanza como en las pinturas.

Y esto ha traído una tergiversación de la realidad. Porque las religiones nos han hecho creer que Dios puede castigarnos para toda la eternidad como jamás nosotros castigaríamos así a algún hijo nuestro. Nos han hecho creer que Dios nos pide sacrificios y alabanzas como jamás le pediríamos nosotros a nuestros hijos o familia. Nos han hecho creer que para hablar con Dios o pedir perdón por nuestras faltas necesitamos a los intermediarios, los religiosos de todas las órdenes, como si nuestros hijos para hablar con nosotros o disculparse por algo necesitaran de nuestra esposa, o de algún abuelo porque somos inaccesibles para nuestro propio hijo.

Las religiones tenían como razón de ser el conectarnos con Dios y no en convertirse en lo que se han convertido. Re - ligar es justamente volver a conectar a nuestro espíritu desconectado para la experiencia terrenal con el Creador.

Nunca quiso Jesús fundar una iglesia por lo que bien se cuidó de dejar algo escrito y lo que fue escrito terminó siendo manipulado a propósito algunas veces y otras veces no bien interpretado en su sentido verdadero.

Hay mucho más de lo que la tradición nos ha contado. Por eso Jesús debió venir a aclarar las cosas que estaban en el viejo testamento y por eso tantos más debieron venir después a aclarar las cosas que se distorsionaron de lo que Jesús significó. Es muy interesante leer el Libro de Urantia a ese respecto, que especifica el por qué y los fundamentos de la vida de Jesús y el plan de Miguel de Nebadón como creador.

Haber creído que Dios era como nosotros hizo demasiado mal. Infinidad de personas piensan que Dios debe responder a nuestros pedidos y si no lo hace no existe, o no nos quiere, o nos castiga. Eso de que Dios es todopoderoso y omnisciente (que todo lo sabe) es dejado de lado de un plumazo ante cualquier desacuerdo. No se les ocurre a muchos pensar que podemos estar recibiendo lo que pedimos desde otro ángulo, o a través de otras acciones o inspiraciones que estén más de acuerdo al plan que vinimos a experimentar. Y entonces, si no nos da lo que pedimos... algo malo pasa, porque nos han hecho creer que es a nuestra semejanza, como puede ser nuestro padre al que le pedimos y nos da. Dios siempre sabe qué necesitamos y qué nos conviene.

No entendemos que vivimos experiencias en la materia que solo son como obras de teatro, en las que representamos un papel, para aprender y en la próxima vida otro papel y así sucesivamente hasta que un día nos jubilemos de actores con todo lo aprendido y no necesitemos actuar más. No reencarnar más en la materia. No podemos comprender que a veces el papel que nos dieron implica tristezas, muertes, robos, accidentes, enfermedades. No entendemos que siempre es un papel y no es la realidad. Es el papel que representa este cuerpo en el teatro de la vida, pero el verdadero actor, el alma, no sufre esos problemas. Solo los vive en el teatro, que nosotros llamamos erróneamente "realidad". 

Es importante saber también que la obra de teatro que venimos a representar la hemos escrito nosotros, quizá con ayuda, para experimentar cosas que no habíamos hecho antes. Como si un actor muy identificado con personajes cómicos, decidiera un día hacer un drama. Una nueva exigencia para su calidad de actor.

El verdadero ser que actúa, el alma, el espíritu divino que Yo Soy en realidad, solo experimenta lo que la obra de teatro le pide actuar. Por eso los hechos no están mal ni bien. Es lo que que hay que representar. Lo importante, sí, es cómo haremos nuestra interpretación. Si mejor o peor. Pero sin castigo. No te echarán del teatro. Solo te dirán que lo hagas de nuevo si fue fallido. Hasta que te salga bien.

Aquí podríamos explicar a aquellos que se preguntan por qué existe el mal lo que un día explicó Jesús a Ganid, con quien junto a su padre recorrió el Mediterráneo a la edad e 29 años. Este joven filisteo  estaba bastante desconcertado por el sentimiento de injusticia que le producía la presencia del mal conviviendo con el bien en el mundo. Dijo: "Si Dios es infinitamente bueno, ¿Cómo puede permitir que suframos las penas del mal?. Después de todo, ¿Quién crea el mal?"  

A lo que Jesús respondió: "Hermano mío, Dios es amor, por lo tanto debe ser bueno, y su bondad es tan grande y real que no puede contener las cosas pequeñas e irreales del mal. Dios es tan positivamente bueno que no hay absolutamente ninguna cabida en él para el mal negativo. El mal es la elección inmadura y el paso en falso irreflexivo de los que se resisten a la bondad, rechazan la belleza y traicionan la verdad. El mal sólo es la inadaptación de la inmadurez o la influencia desintegradora y deformadora de la ignorancia. El mal es la inevitable oscuridad que sigue de cerca al rechazo imprudente de la luz. El mal es lo tenebroso y lo falso; cuando se abraza conscientemente y se aprueba voluntariamente, se convierte en pecado. (El Libro de Urantia 1429:1 130:1.5)

Hay nuevos conocimientos que nos llegan en estos tiempos en que nuestro planeta, Gaia, evolucionará frecuencialmente (todo es energía) pasando a lo que llamamos 5ta dimensión. Esto trae aparejado mensajes de seres de luz y seres encarnados con la misión de explicar los cambios que sucederán y así podemos saber claramente que el creador para nuestro universo es Miguel o Miká de Nebadón, Hijo Paradisíaco del Absoluto, o La Fuente que Todo lo Es. 


Y que el creador, que vive en antimateria, pero es un ser consciencial, tiene también un ADN, etérico, por supuesto, y ha clonado todo su ADN en la materia y con él nos ha creado a nosotros. A ese ADN clonado lo ha imbuido de la Luz de su Espíritu, su amor incondicional. Somos así a su entera imagen y semejanza. Somos dioses creadores en la materia como Nebadón en la antimateria. Disfrutemos esto, porque no todos los seres de la creación gozan de este privilegio.

Por supuesto que para ejercer esos atributos debemos ascender espiritualmente, consciencialmente y físicamente. Cuerpo, mente y espíritu. Esa es la trinidad que nos hace como Él. 

Porque recuerden siempre: todo es energía; este es un universo imperfecto de evolución hacia la perfección; estamos creados con los atributos de Dios; venimos de Él y hacia Él ascendemos. 

La Ley del Uno.

Que estén bien.

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