CUENTOS A LA HORA DE LA SIESTA - Cuentos 1 al 12

 

1

Abuelo: ¿Y sobre qué querés que te cuente?

Cielo: Contame quién hizo el universo.

Abuelo: Uh! Eso es muy difícil

Cielo: Bueno. Contámelo más fácil.

Abuelo: Bien. A  ver… imagínate que Dios estaba meditando. Pensando con los ojos cerrados. Imaginando como podía hacer un universo. Quiere decir que todavía no había nada. No existía nada. Entonces en un momento, abrió los ojos, y de pronto estaba creado un universo.

Cielo: Tan rápido?

Abuelo: Más o menos rápido. Debes tener en cuenta que para Dios el tiempo no existe. Todo pasa al mismo tiempo. Entonces ya estaba creado un universo. Que era perfecto. Y se llama Universo de Havona, aunque como es perfecto, se le dice el Universo de Perfección de Havona.

Cielo: ¿y ahí estamos nosotros?

Abuelo: No. Todavía nosotros no fuimos creados en ese momento.  En el centro del Universo de Havona está Dios, en un lugar de máxima energía, de máxima luz, llamado la Isla Central del Paraíso.

Cielo: Dios está en el Paraíso.

Abuelo: podríamos decirlo así.

Cielo: ¿Y cómo es Dios?

Abuelo: Es difícil de entender con nuestra cabeza, porque es muy perfecto, muy grande. Se dice que Dios es todopoderoso, omnipresente y omnisciente. Todopoderoso quiere decir que puede todo, puede hacer todo lo que quiera. Omni significa “todo” así que omnipresente quiere decir que está presente en todos lados y onmisciente quiere decir que Dios todo lo sabe.

Cielo: es un poco difícil entender.

Abuelo: Sí. Pero… a ver esto: Dios tiene tres virtudes, tres aspectos importantes: bondad, belleza y verdad. Quiere decir que Dios es bueno, bello y verdadero. ¿Así está mejor?

Cielo: Sí. Es muy bueno, muy hermoso y de verdad.

Abuelo: Eso.

Cielo: Y en Havona ¿vive gente?

Abuelo: Bueno… personas como nosotros, no. Hay seres que son de energía. Sabés lo que es la energía?

Cielo: sí, la luz.

Abuelo: Eso! La luz es una clase de energía. Los seres que viven en Havona son seres de luz; de una luz hecha con una energía muy alta. Puedes imaginártelos como bolas o globos de luz, pero que piensan y está vivos.

Cielo: y si no tienen boca ¿Comen? ¿Hablan?

Abuelo: No necesitan hablar porque cuando uno piensa el otro ya sabe lo que está pensando. Nosotros le llamaríamos telepatía. Fijate que cuando vos rezás Dios sabe inmediatamente lo que vos estás diciéndole. Y tampoco comen, porque se alimentan de la energía de Dios.

Cielo: Ah!. Y si no comen se van a morir.

Abuelo: No, no se van a morir. Son inmortales, eternos. Todos los seres creados por Dios son eternos. Vos y yo también.

Cielo: Pero el abuelo de Martín se murió.

Abuelo: Sí. Se murió en este mundo, pero sigue viviendo en otro. Ya te contaré. Ahora, Cielito, a dormir un rato la siesta.

2

Cielo: Abuelo, le dije a Martín que su abuelo estaba vivo en otro mundo, pero él me dice que no lo puede ver.

Abuelo: Es verdad. No lo va a poder ver porque está vivo en otro lugar. Escucha con atención. Vos tenés una muñeca que anda con una pila.

Cielo: Sí. Mueve la cabeza y dice “mamá” y “te quiero mucho”.

Abuelo: Bien. Cuando la muñeca tiene la pila puesta, es como que está viva. Habla y se mueve como nosotros. Cuando nacemos, en nuestro cuerpo hay una pila, que se llama “alma” y es algo que nos da Dios para que podamos estar vivos. Nuestro cuerpo, tu cuerpito, es como el de la muñeca. Si no tiene pila, no funciona. Nuestro cuerpo tampoco funciona si no tiene un alma, que es una pila como un pedacito de energía de Dios, o se le llama una “chispa divina” que nos permite estar vivos. El abuelo de Martín se puso viejo y su cuerpo un día ya no funcionó más. Es como si tu muñeca se rompiera; no funcionaría más. Pero entonces, la pila, que es como el alma, la podés sacar y poner en otro juguete, y ese juguete va a poder moverse y estar vivo.

Cielo: pero la pila se gasta y se acaba

Abuelo: la pila sí, pero el alma no es una pila cualquiera, es una pila hecha por Dios, no se acaba nunca. Ya te conté que los seres de luz de Havona no comen, pero se alimentan de la energía de Dios. Nuestra alma también. Siempre estará viva. Es inmortal. Y pueda estar en un cuerpo, y cuando ese cuerpo se arruina, o no funciona más, se va a otro cuerpo y vuelve a estar viva en ese cuerpo. ¿Se entiende?

Cielo: más o menos. Esa pila, o esa alma, vive un montón de veces…

Abuelo: ¡claro! Vive muchas veces y como el abuelo de Martín está en otro cuerpo o esperando para vivir en otro cuerpo, Martín no lo puede ver, pero sigue vivo. Y el abuelo sí que lo puede ver a Martín.

Cielo: ¿Los señores de Havona trabajan? ¿Qué hacen?

Abuelo: Los seres de Havona hacen cosas, como nosotros, aprenden, estudian, pero allí las cosas son distintas, porque ellos viven en antimateria. ¿Vos sabés qué es la materia o la antimateria?

Cielo: hum… en unos dibujitos, un robot tiene un arma que cuando te tira un rayo dice: “te desmaterializo” y te hace desaparecer. ¿Es eso?

Abuelo: Veamos. Más o menos, podés darte cuenta entonces de que cuando estás “materializado” es que se te puede ver, y si estás desmaterializado, no se te ve más. Entonces, la materia es lo que permite que te podamos ver: tu cuerpo es de materia, las casas, los coches, o sea todo lo que vemos está hecho de materia. Incluso el agua y las nubes. En realidad, la materia está hecha de átomos…

Cielo: ¡Sí! En “ciencias” vimos unos átomos, pero son muy chiquitos dijo la maestra. Que no se pueden ver, pero nosotros los vimos.

Abuelo: Deben haber hecho un dibujo agrandado, porque los átomos a simple vista no se ven. Entonces, decíamos que todo lo que vemos, es materia. Pero tenemos que saber que también existe la “antimateria” que es otra forma de materia, porque no se ve. Y el Universo de Havona está hecho de antimateria.

Cielo: Entonces si en Havona no se ve nada, ¿cómo pueden vivir y hacer cosas?

Abuelo: Porque los seres que viven ahí, están hechos de la misma energía que las cosas de ahí. Por eso ellos sí las pueden ver, pero nosotros no las podríamos ver. En la creación hay diferentes niveles, como escalones, y en cada nivel los átomos vibran o se mueven a distintas velocidades. Desde las máximas velocidades, hasta las más lentas. Y esas zonas de distintas velocidades se llaman dimensiones. O sea que hay muchas dimensiones, pero eso, es muy difícil de entender a tu edad, así que…

Cielo: ¡No abuelo…!

Abuelo: Sí, Cielito, así que… a dormir un rato la siesta. Y mañana seguimos.

Cielo: ¡Ufa! Está bien.

3

Cielo: Abuelo, ayer en la escuela la maestra habló de la Pachamama.

Abuelo: ¿Y qué dijo?

Cielo: Que es la madre tierra. ¿Por qué es una madre?

Abuelo: Si bien cada uno de nosotros tiene una madre, de la que nacimos, toda la humanidad se podría decir que es hija de la Tierra, porque nacimos en este planeta, por eso se dice que la Tierra es como la madre de toda la humanidad. Como nosotros somos parte de la humanidad podríamos entender que también es la madre de cada uno.

Cielo: ¡Claro! Porque nos cuida, nos da plantas y animales para comer, árboles para dar sombra… mariposas…

Abuelo: Sí. Nos da todo lo que necesitamos, porque todo lo que comemos y fabricamos está hecho con cosas de la tierra. Nuestro cuerpo está hecho con todos los elementos de la tierra. ¿Sabés lo que son los elementos?

Cielo: todos los minerales y piedras…

Abuelo: Claro. Los elementos son los que forman todas las cosas. Cada elemento está formado por una cantidad de átomos diferente y por eso, cada elemento es diferente y hay muchos elementos. El hidrógeno, el oxígeno, el hierro, el calcio, el sodio, todos son elementos.

Cielo: Claro.

Abuelo: Por eso a la tierra se la debe tratar como a una madre que nos da todo lo que necesitamos. El problema es que hay muchas personas que creen que la gente es dueña de la tierra y que puede hacer cualquier cosa con ella. No tratarla con cuidado, contaminarla, cortarle todos los árboles… En realidad, nosotros pertenecemos a la tierra y no ella a nosotros.

Cielo: La maestra dijo que ahora la gente estaba cambiando y la trataba mejor. A la tierra.

Abuelo: Sí. Cada vez hay más consciencia ecológica. Como se dice.

Cielo: Sí. Cada vez hay “más ciencia ecológica”. Y hay más veganos también dijo. Que son los que no comen carne.

Abuelo: Cierto. Ellos dicen que los seres humanos nos aprovechamos de los animales y por eso ellos no comen nada que provenga o sea sacado de un animal.

Cielo: Abuelo… lo animales… o las gallinas ¿sufren cuando le sacan un huevo o cuando la matan para comerla?

Abuelo: Y… cuando le sacan un huevo no sé, pero cuando matan a un animal para comerlo seguro que sufre.

Cielo: A mí no me gustaría que maten a mi perro o a mi gata para comérsela.

Abuelo: Seguro. No creo que a tu perro o tu gata se los quieran comer, pero hay muchísimos animales que se matan cada día en todo el mundo para comérselos. La tierra te asegura que todo lo que necesitas para vivir está dentro de las plantas y las frutas. Pero nos fuimos acostumbrando a comer carne. Un día puede ser que comamos solo plantas y frutas.

Cielo: Claro. Y ahora…

Abuelo: A dormir un rato.

Cielo: Siestita.

4

Cielo: Abuelo, le conté a la maestra del universo de Havona y me dijo que era un cuento que vos me contaste.

Abuelo: yo te lo conté, sí, pero quizá ella no sabe que también es verdad. Hay muchas cosas que antes no se sabían y ahora se saben. Si buscás en internet vas a ver que está. Incluso vas a encontrar algunos dibujos que pueden darte una mejor idea de cómo es. Pero vos todavía sos chica para meterte en esas averiguaciones. Yo te lo cuento porque vos preguntaste y no quiero ocultarte cosas o decirte historias que son fantasías.

Cielo: Bueno. Contame cuando hicieron a la Tierra.

Abuelo: ¡Uh! Voy a tratar de explicarte, pero tampoco es fácil de entender. Antes que nada te cuento que la Tierra se llamaba Tiamat cuando la crearon y ahora se llama Gaia. Escuchá, prestá atención: cuando Dios vio como funcionaba el Universo perfecto de Havona que había creado, después de millones de años, puede ser que le haya parecido un poco aburrido.

Cielo: Aburrido, ¿por qué?

Abuelo: Bueno, porque todo lo que allí se hacía, se hacía bien: todo lo que allí pasaba, era bueno. A mí me parece que, si todo siempre sale bien, debe ser aburrido. Será porque estamos acostumbrados a vivir en un mundo en el que a cada rato hay que resolver problemas, hay que pensar soluciones a los problemas… y en realidad cuando encontramos las soluciones aprendemos algo, así que en definitiva los problemas son oportunidades para aprender algo, pero, en fin, no sé si es porque se aburrió en realidad, pero a Dios se le ocurrió crear un lugar diferente en el que pasaran muchas más cosas. Pensó en un universo que estuviera hecho de materia, en lugar de antimateria, y que en lugar de ser perfecto pudiera ir mejorando hasta ser perfecto. Esto no hace falta que lo entiendas, pero se llama un universo de evolución. Quiere decir que está creado imperfecto para que evolucione hasta ser perfecto. Te acordarás de que dijimos que Havona era un universo de antimateria, algo así como la materia, pero que no se ve ni se toca. Y era un universo de perfección, todo hecho solamente de energías. Quizá en los mundos de antimateria por ejemplo no podés saber qué gusto tiene el chocolate o el dulce de leche si es que allí hubieran, porque no se pueden probar. La energía no tiene sabor, no tiene olor. Así es que se le ocurrió que, si hacía un universo de materia, y creaban personas de materia, o de carne y hueso como decimos acá, o sea como nosotros, Dios podría saber qué gusto tienen las cosas, o que significa tener un problema y resolverlo. Es decir, que nosotros podríamos vivir las experiencias y Dios a través nuestro podría entender cómo funcionan esas cosas y qué se siente. A eso se le llama “expandir la consciencia”, lo que es muy difícil de entender, pero, bueno… te lo digo; en algún momento lo entenderás: Dios todo lo sabe, no es que tiene que aprender algo nuevo, y su consciencia es infinita, pero expandir la consciencia es agregar experiencias a lo que ya sabía. Fijate: es como la primera vez que vos fuiste al mar. Vos ya habías visto el mar y las playas en fotos y en películas. Ya te imaginabas como era. Ya lo sabías en tu mente, podríamos decir. Pero la sensación de entrar en el mar, de oler la sal en el aire, de probar el agua salada, a eso se le llama tener la experiencia y eso no te agrega conocimientos, sino experiencias, expande tu consciencia. Es difícil, pero ¿entendiste algo?

Cielo no contestó. Ya estaba dormida. El Abuelo pensó: “¡Uh! se me fue la mano, je je”.

5

Cielo: Abuelo, ayer no me contaste como hicieron a la Tierra.

Abuelo: cierto, bueno, entonces podemos decir que cuando Dios decidió crear un universo de materia, que se vea, que se pueda tocar, también tuvo que crear soles, planetas, galaxias… ¿sabés lo que es una galaxia?

Cielo: Un montón de planetas.

Abuelo: ¡eso! Nosotros estamos en un universo que se llama Nebadón y en una galaxia que se llama La Vía Láctea.

Cielo: ¿está hecha de leche?

Abuelo: ¡No!, je je, está hecha de soles y de planetas. Hace muchos años, no se sabe bien si los griegos o los romanos le pusieron de nombre Vía Láctea, que quiere decir “camino de leche” porque por la noche veían tantas estrellas que parecían como un camino blanco en el cielo y lo asociaron con la leche.

Cielo: ¡Ah!

Abuelo: Bien. En esa Vía Láctea está nuestro sistema solar; nuestro sol y varios planetas; y uno de ellos es la Tierra.

Cielo: ¿y cómo la hicieron?

Abuelo: el Ser que ahora es como el jefe o el comandante de nuestro universo se llama Miguel o Miká de Nebadón, y es el que dice lo que hay que hacer. No sé exactamente cómo hicieron la Tierra, pero el jefe le dijo a otros dioses, que en la biblia se llaman Elohim, que fueran haciendo la tierra como si vos hicieras una pelota con tus ladrillitos de juguete, o con los Lego. Solo que mucho más grande, pero ellos son dioses y tienen herramientas, vehículos gigantes, naves enormes con mucha fuerza y poder.

Cielo: ¿entonces no se hizo sola?

Abuelo: No. Cuando Dios, el Absoluto, decide crear universos y mundos no lo hace él mismo. Primero crea otros seres, se dice que “emana” otros seres a los que se les llama Hijos Paradisíacos, porque vienen del Paraíso. Como Miguel de Nebadón.

Cielo: en el Paraíso vive el Dios “soluto”.

Abuelo: el Dios que es el Padre “Ab soluto”, y a esos seres que son sus Hijos, les da la orden de que vayan a crear universos, galaxias, soles, mundos… y ellos crean otros hijos, o seres, que son los que al final van a hacer el trabajo con la materia. A esos seres también se los llama dioses, pero con minúscula podríamos decir, porque tienen muchos poderes, pero no son como el Padre Absoluto que es Todopoderoso.

Cielo: Unos son como los ingenieros y otros como los albañiles.

Abuelo: ¡Exacto! Claro, porque cada uno se tiene que ocupar de las cosas que sabe hacer. Veo que entendiste bien.

Cielo: Sí. Unos hacen trabajos más difíciles y otros trabajos más fáciles. Pero hacer un planeta es muy difícil.

Abuelo: seguramente; pero ellos sabían cómo crear materia, así que podían hacerlo. En una escala más chiquita es como si vos pudieras hacer un planeta chiquito con plastilina. Y le vas poniendo montañas, plantitas, animales y después finalmente crearon a las personas, a los seres humanos.

Cielo: ¿y también hicieron el aire para que respiremos?

Abuelo: En realidad, como te expliqué ayer, pero no sé si te quedaste dormida antes o después de esa parte, nuestro universo está hecho para que evolucione, para que vaya desarrollándose, así que el aire no lo pusieron al principio, sino que cuando las plantas empezaron a respirar, fueron formando el aire, la atmósfera. Por eso también algunos animales se fueron transformando, mejorando y a eso se le llama evolución. Y para crecer y evolucionar, hay que descansar bien, así que…

Cielo: a dormir la siesta.

6

Abuelo: ¿Y hoy de que vamos a hablar?

Cielo: ¿Te acordás que te dije que había un robot que disparaba rayos?

Abuelo. Si, el desmaterializador

Cielo: Ese. Viene de otro lugar del espacio del universo.

Abuelo: ¡ah! ¿sí?

Cielo: Sí. ¿De dónde puede venir?

Abuelo: No sé. Puede venir de varios mundos, de otras constelaciones.

Cielo: ¿De la Vía de Leche? ¿Son planetas como la Tierra?

Abuelo: La Vía Láctea. Bueno, son parecidos porque viven personas, tienen agua, montañas, animales, en Antares por ejemplo existen los unicornios…

Cielo: ¡Qué lindos! Yo tenía uno…

Abuelo: pero en muchos de esos planetas están mucho más avanzados que nosotros. Millones de años, son planetas más viejos, podemos decir.

Cielo: ¿Y las personas que viven allí entonces son viejos?

Abuelo: No, no. Hay personas de todas las edades. Lo que es más vieja es la civilización. Están más avanzados que nosotros, por eso pueden venir con sus naves y nosotros no podemos ir allá.

Cielo: ¿Y cómo se llaman? Porque el robot nos dice “terrícolas” …

Abuelo: Claro, porque vivimos en la Tierra. Ellos, los extraterrestres se llaman por ejemplo arcturianos los de Arcturus, pleyadianos los de Las Pléyades, también allí hay lyranos; pueden ser antarianos de Antares, hay un montón. Te doy los nombres de los que están más en contacto con la Tierra.

Cielo: ¡pero no los vemos! A veces sí algunas personas ven los platos voladores…

Abuelo: Esas son sus naves, como nuestros aviones o cohetes. Y no los vemos porque como te conté hace unos días, si la materia de ellos se mueve más rápido, o como se dice: vibra más alto, están en otra dimensión sería más correcto, no los podemos ver con nuestros ojos; pero ellos sí nos pueden ver a nosotros, porque vibramos más lentos. Estamos en una dimensión más baja.

Cielo: Como el abuelo de Martín, que sí lo puede ver a él.

Abuelo: claro, porque cuando el alma no está dentro de un cuerpo también vibra más rápido.

Cielo: entonces hay muchos extraterrestres…

Abuelo: millones. Hay millones de mundos en los que vive gente.

Cielo: eso dijo el hermano de Martín, pero otro amigo le dijo que no había otros planetas con gente.

Abuelo:  es que muchos creen solamente en lo que ven.  Como a los extraterrestres no los podemos ver… ¿viste el ventilador que está en el techo del living?

Cielo: Sí

Abuelo: fíjate que cuando anda despacito vos podes ver como se mueven las paletas, pero cuando va muy rápido las paletas ya no se distinguen; puede ser que veas algo, pero no te das cuenta qué es; así pasa con la vida extraterrestre. Va más rápido y lo la distinguimos. Todo está fabricado o creado, con átomos y energía y a medida que esos átomos se mueven más rápido, vibran más alto, la vida es diferente. Todo en el universo está yendo cada vez más rápido. ¿No escuchaste a tu madre que dice que los días pasan más rápido y no le alcanza el tiempo?

Cielo: sí.

Abuelo: bueno, es por eso, porque todo vibra más rápido pero es difícil de darse cuenta.

7

Cielo: Abuelo, y ¿ por qué los extraterrestres no vienen y nos saludan?  o hablan, o van a la televisión y dicen que vienen de otro planeta…

Abuelo: que lío se armaría, ¿no? A ver si puedo explicarte, déjame ver… mirá, cuando los investigadores, o científicos van por la selva, por algunos lugares de África, no sé si viste algún documental por la tele, cuando se encuentran con algunas tribus que viven en lugares aislados, o en la selva por ejemplo, los científicos tratan de no molestarlos en su forma de vida. No les llevan zapatillas, o rifles para que cacen animales, o no les llevan un celular para que hablen, no. Los que están más adelantados saben que tienen que respetar a los pueblos o tribus que están menos avanzados y no cambiarles su forma de vivir. ¿Se entiende?

Cielo: hum… porque no saben usar celular y andan descalzos.

Abuelo: Sí. No saben y además eso les cambiaría su forma de vida de golpe y esos cambios pueden producir problemas después en el desarrollo de ese pueblo o de esa tribu. Entonces, los extraterrestres que vienen de planetas más viejos, más avanzados, no quieren meterse a cambiarnos la forma de vivir. Imagínate si de pronto aparecen cientos de naves en el cielo…

Cielo: se arma una guerra…

Abuelo: Capaz que sí, antes de preguntar a qué vienen ya les estaríamos disparando…

Cielo: porque son malos…

Abuelo: No, vida; no son malos; alguno puede ser… quizá, pero la gran mayoría están más evolucionados y son re buenos. A veces aparecen.

Cielo: sí, a veces choca una nave y cae a la tierra.

Abuelo: sí, parece que ha pasado algunas veces. Pero te digo mi niña, que no falta mucho para que podamos ver a nuestros hermanos galácticos.

Cielo: ¿son hermanos nuestros?

Abuelo: Bueno… ¿cómo les llamaríamos si todos son hijos del mismo Padre?

Cielo: sí, hermanos.

Abuelo: te digo que antes de que vos seas grande los vamos a ver y vamos conversar con ellos como vos querías. Esto lo saben los gobernantes de casi todos los países más grandes, Estados Unidos, China, Rusia, India, Francia, Noruega y tantos más. Si yo lo sé, por supuesto que ellos no solo lo saben, sino que ya se han reunido con ellos, y han hecho acuerdos y de a poco vas a ver que empiezan a decir que puede ser que haya vida en otros planetas, y después van a decir que lo que llamaban ovnis pueden ser naves, y de a poco todos va a saber la verdad.

Cielo: abuelo, a mí me gustaría que vengan pronto.

Abuelo: a mí también, y en realidad están cerca, alrededor del planeta, aunque no los veamos, como te dije. Y los gobiernos no van a poder ocultar esa verdad durante mucho tiempo más, así que creo que antes de que seas una persona adulta, seguro los verás.

Cielo: ¿cuándo soy adulta, abuelo?

Abuelo: digamos… a los 18 años.

Cielo: falta mucho

Abuelo: no tanto. Ya verás…

8

Cielo: Abuelo, si el abuelo de Martín va a volver a revivir en otro lugar, ¿es en este planeta o en otro?

Abuelo: Yo creo que en otro.

Cielo: ¿por qué no acá?

Abuelo: En este momento de la historia, creo que será en otro, pero no te lo voy a explicar porque es muy largo, son muchas cosas que hay que saber.
Cielo: pero nosotros nacimos acá.

Abuelo: Sí, pero la situación es distinta a partir del año 2012. Las cosas van cambiando con el tiempo, en algunas épocas hay cosas que pasan y en otras, pasan cosas diferentes. A partir de 2012 estamos en lo que se llama la Era de Acuario y entonces las cosas son distintas. Es lo que se llama “fin de ciclo”, pero a tu edad eso no tiene importancia. Pero por ejemplo como es un ciclo distinto vos sos lo que se llama una niña “cristal” y antes esa clase de niños no nacían.

Cielo: ¿qué? ¿yo soy de cristal?

Abuelo: no toda de cristal, pero sí un poquito de cristal; hace como 40 años los niños que nacían se los llamó “índigos”, después nacieron los niños y niñas “cristal”, ahora están naciendo los que se llaman “arco iris” y en unos años vendrán los “diamantes”.

Cielo: no entiendo nada abuelo. ¿No somos todos iguales, de carne? y con huesos…

Abuelo: ¡ay vida, vos me metés en cada lío! A ver… así como te dije que todo está yendo más rápido, vibrando más alto, así también los niños que van naciendo en esta época vienen preparados para vivir en un mundo que funcione más rápido. Que vibre en una frecuencia más elevada, se dice. Entonces en sus cuerpitos tiene que haber cristalitos, que no se ven, que son re chiquitos como los átomos, porque los cristales vibran más rápido. Y cada vez todo vibrará más rápido y un día seremos iguales a los extraterrestres o los seres  de luz, que vibran en esas velocidades, frecuencias se dice, y podremos andar viajando por el espacio, con naves super rápidas, como ellos. Y los veremos sin problema, porque acordate que te conté que ahora no los podemos ver porque ellos viven en frecuencias más elevadas y nuestros ojos no pueden verlos entonces.

Cielo: andaremos en platos voladores

Abuelo: sí, naves estelares en realidad. No sé si nosotros, los más viejos llegaremos a verlo, espero que sí, pero ustedes, los niños de hoy sí vivirán ese momento.

Cielo: claro, porque los viejos… los abuelos, si no tienen esos cristales para ir más rápido ¿cómo van a hacer para vivir cuando todo sea más veloz? Porque los abuelos son más lentos…

Abuelo: bueno, la verdad es que muchos de los abuelos se van a ir, a nacer en otro lado como el abuelo de Martín, pero para los que no se vayan todavía Dios ya lo pensó y hay una solución.

Cielo: ¿Cuál?

Abuelo: si nosotros cambiamos la alimentación, dejamos de comer comida chatarra y carnes y tomar vino y gaseosas y azúcar blanca, y harinas blancas y comemos muchas plantas y muchas frutas, y tomamos mucha agua, vamos a poder tener en nuestras células cristalitos de silicio, porque de silicio son tus cristalitos también, y vamos a poder estar en un planeta que vibre más alto. Porque los cristales soportan vibraciones más altas. Se dice “pasar de tener un metabolismo de carbono a uno de silicio”.

Cielo: ¿y qué va a pasar con los que no coman frutas y verduras?

Abuelo: cuando se vayan muriendo de viejos se van a ir a nacer de nuevo en otros planetas, parecidos a la Tierra cuando andaba más lenta. No pasa nada. Estarán en otro lado, porque la Tierra, Gaia, también está aumentando su vibración.

Cielo: ¿y eso Dios lo sabe?

Abuelo: Claro, vida. Es parte del plan de Dios.

Cielo: … …

Abuelo: ¿Qué pasa? ¿En qué pensás?

Cielo: Dios sí que es todopoderoso. Piensa en todo.

Abuelo: ¿Viste?

 

9

Cielo: Abuelo, ¿Jesús es el hijo de Dios?

Abuelo: Sí. También hay que saber que todos somos hijos de Dios.

Cielo: Sí, entonces todos somos hermanos si tenemos el mismo Padre

Abuelo: ¡muy bien! Eso es lo más importante de entender.

Cielo: y Jesús vino a salvarnos y por eso murió y resucitó.

Abuelo: ¿y de qué vino a salvarnos?

Cielo: … no sé. ¿De qué? Nos salvó del pecado…

Abuelo: es cierto que muchos creen eso, pero en realidad debo decirte que para Dios nada de lo que hacemos está mal, porque a lo que vinimos es a aprender a hacer las cosas mejor. Es un tema filosófico que no es para tu edad, pero está bien que sepas que si bien Dios sabe lo que es bueno y lo que es malo para nosotros, no está esperando que hagamos todo bien, y por eso no nos va a castigar por lo que no hagamos bien.

Cielo: los que se portan bien van al cielo y los malos al infierno.

Abuelo: en realidad no es así, porque no existe el infierno, y porque las personas no son algunas buenas y otras malas.

Cielo: ¡Sí! Hay personas que son malas

Abuelo:  A ver… pensemos esto: si todas las personas son hijos de Dios, o sea que están hechos como Dios… se suele decir que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, no puede ser que haya personas que sean malas. ¿No te parece?

Cielo: entonces los que hacen cosas malas, roban, matan ¿no son malos?

Abuelo: vos misma lo dijiste: hacen cosas malas, pero ¿te acordás que dije que este es un universo de evolución? Eso quiere decir que las cosas de a poco van siendo mejores, y las personas también; van creciendo, evolucionando, desde parecerse a los animalitos, hasta parecerse a Jesús, por ejemplo. Eso es evolucionar. Por eso, los que todavía hacen cosas que no son buenas, alguna vez podrán aprender a hacer mejores cosas que no hagan mal a los demás, sino que ayuden o hagan bien. ¿Se entiende?

Cielo: Más o menos. Pero igual a los malos… a los que hacen cosas muy malas los meten en la cárcel.

Abuelo: Sí. La ley está hecha para proteger a la sociedad, a la gente, de los que aún no aprenden a hacer cosas buenas. Pero en el universo, Dios sabe que muchas personas fueron criadas en casas donde sus padres no les enseñaron a hacer cosas buenas, o no tuvieron padres que los quisieran mucho, o se juntaron con otros que andaban por mal camino, y Dios sabe que a esas personas no se las puede mandar al infierno para toda la eternidad. Mirá si tu padre te mandara a tu cuarto castigada para siempre porque rompiste una lámpara, por ejemplo, o te robaste una moneda para golosinas. Dios sabe que cada uno de nosotros va a ir evolucionando, siendo cada vez mejor.

Cielo: pero hay gente que se muere haciendo cosas malas; los ladrones por ejemplo que los matan cuando están robando un banco. Esos ya no pueden… cambiar, ¿no?

Abuelo: Sí. Acá es donde debo decirte otra cosa que posiblemente no estás recordando y ya hablamos, y es que no vivimos una sola vida, sino que después de morir, al tiempo volvemos a nacer, como el abuelo de Martín, y esas otras vidas justamente son para que podemos seguir mejorando, evolucionando.

Cielo: ¿y cuántas vidas vamos a vivir?

Abuelo: las que sean necesarias para aprender lo que hay que aprender.

Cielo: pero ¿Cuántas?

Abuelo: depende de cada uno; depende de lo que aprendas. Alguien me dijo que no más de 777, pero a la mayoría para aprender les alcanza con menos de 200.

Cielo: ¡Uh! ¡Un re montón!

Abuelo: Sí. Por eso Jesús vino a confirmar que después de morir se puede resucitar, o como se dice ahora, reencarnar. Y vino a salvarnos ¿sabés de qué?

Cielo: ¿de qué?

Abuelo: Jesús vino a salvarnos de estar equivocados.  Porque cuando no entendemos que hay un Padre Creador y todos los hijos creados somos hermanos, estamos como los chicos huérfanos, que interiormente sufren por no tener una familia. Las cosas “malas” surgen cuando no entendemos cómo y para qué Dios creó todo lo que hay. Hay un Padre, somos todos hermanos, y la humanidad es nuestra familia.

Cielo: si la gente supiera que somos de la misma familia nadie haría cosas malas a otros

Abuelo: Excelente. Ahora, shhhhh, a dormir un rato. 

10

Cielo: Abuelo, es difícil entender lo que Jesús vino a enseñar.

Abuelo: ¿Por qué decís eso, vida? ¿Qué te parece difícil?

Cielo: a mí me parece difícil cuando dicen del Padre, Hijo y Espíritu Santo. Yo creo que, si esa es la familia de Jesús, falta la madre. Falta María. Y el padre de Jesús ¿no se llamaba José?

Abuelo: claro, puede ser que eso te confunda. Porque Jesús acá en la Tierra, en Belén, donde nació, tenía un padre, José y una madre, María. Pero su principal enseñanza era que entendiéramos que además somos todos hijos de Dios.

Cielo: Eso es fácil. Ya lo hablamos ayer.

Abuelo: bueno, eso es lo más importante que enseñó Jesús. Y es muy simple: hay un Dios que como creó a todos los seres de todos los universos y a todas las almas, le decimos Padre. Y si todos fuimos creados por el mismo Padre, quiere decir que todos somos hermanos.

Cielo. Sí.

Abuelo: Y eso es lo que Jesús quería que volvamos a entender y recordar. Porque como decías ayer, si las personas supieran y tuvieran consciencia de que somos todos hermanos, real consciencia, nadie haría cosas malas a otros, y todos se ayudarían, y los gobernantes trabajarían para que todos estuviéramos bien y el mundo sería feliz.

Cielo: claro. Todos estaríamos contentos.

Abuelo: porque Dios, que, así como es todopoderoso y tiene un amor infinito, no podría haber creado universos, planetas y personas para que sufran.

Cielo: pero igual hay mucha gente que sufre.

Abuelo: es verdad, pero hay tanto sufrimiento porque estamos viviendo equivocados, no sabemos cómo es el plan de Dios. Hay gente que ni siquiera cree que hay un Dios. Somos ignorantes y por eso hay sufrimiento. Pero escuchá esto: si todos supiéramos que somos hermanos, viviríamos como una familia sin sufrimiento. Te das cuenta que hay mucha gente que esto no lo sabe. Y te dije que Jesús vino a sacarnos de esa equivocación.

Cielo: Sí.

Abuelo: Pero Dios, además, es tan bueno con nosotros que nos dio libertad para que hagamos lo que quisiéramos. Eso se llama “libre albedrío”.  Y además nos da la posibilidad de vivir muchas vidas para que vayamos aprendiendo cómo ser mejores, y evolucionar. Entonces, ¿Cuál es el problema? Que desconocemos el plan de Dios. Creemos que lo que tenemos que hacer es ir a una iglesia, o prenderle velas, o rezar pidiendo cosas… y eso puede ser parte de lo que nos guste hacer, aunque no es lo que Dios pide. Lo que Dios nos pide es que aprendamos todo lo que la vida  significa, para que podamos finalmente elegir lo que nos parece mejor y más bueno, para nosotros y para los que nos rodean. Solo viviendo, y equivocándonos a veces y acertando otras veces, es que vamos aprendiendo a ser mejores. A evolucionar hasta llegar alguna vez a ser como Dios. Te imaginás que si viviéramos una sola vez ni locos llegaríamos a ser tan perfectos.

Cielo: claro, sería como si yo voy en la escuela solamente a primer grado y después no voy más.

Abuelo: claro, sería algo así. Y hay una tercera cosa importante que Jesús dijo y es que pidamos a Dios “hágase tu voluntad”

Cielo: eso dice el Padre Nuestro.

Abuelo: claro, y qué significa: quiere decir que, si tenés fe en que Dios es el Padre y que todos somos hermanos, podés decir que pase lo que Dios quiera que pase, que se haga su voluntad, porque si Él es tu Padre, si Él es todopoderoso y si Él es todo amor y te ama con un amor infinito, ¿qué otra cosa podría ser mejor que dejar que te guíe y te acompañe por el mejor camino?

Cielo: claro, porque te lleva por el mejor camino.

Abuelo: claro, aunque a veces no te guste. Pero para eso tenemos que entender un poco más el plan divino. Pero por hoy, con esto alcanza.

Cielo: Entonces, a dormir la siesta.

 

11

Cielo: Abuelo, vos dijiste que no hay personas malas, pero hay muchas personas que engañan y que mienten. SI no decimos la verdad yo creo que por lo menos no somos buenas personas.

Abuelo: Claro. Es cierto. Estamos bastante acostumbrados a decir mentiras. También esas mentiras que decimos para que alguien no se sienta mal…

Cielo: claro, cuando una señora se compra un vestido feo, y nadie le dice que es feo; le dicen “que bien, ¿cuánto te costó? O cualquier cosa y vos pensás que es horrible, ja ja ja.

Abuelo: Las mentiras piadosas le decimos. Es difícil decir ciertas verdades, pero la mentira sería si le decís que te gusta y es que no; si no te gusta podés cambiar de tema o decir algo simple y no creo que sea mentira.

Cielo: pero si te pregunta ¿te gusta cómo me queda?, ¿qué le digo?

Abuelo: Ahí es un problema, pero podés decirle: “me parece que no es el color que mejor te queda”, ja ja, o “creo que, si fuera un poco más largo, o más corto te quedaría mejor”, ja ja, vos me ponés en cada problema… mirá, el problema con la mentira es cuando alguien miente mucho, todo el tiempo. Eso puede traer varios problemas: puede ser que se acostumbre tanto, que vaya creando un mundo irreal, basado en mentiras que la persona terminará creyéndose. Los psicólogos le llaman “mitomanía” y es como una enfermedad cuando se miente todo el tiempo.

Cielo: ¿y para qué mienten?

Abuelo: A veces pasa que la persona no puede aceptar la verdad, no le gusta ser como es, le resulta dolorosa la realidad, por ejemplo, si alguien quiere vivir de una manera, pero no le alcanza el dinero, y no puede aceptar eso, porque le duele o lo avergüenza ser pobre, o porque no puede cantar bien y le gustaría, entonces dice que está afónico, o cualquier cosa. Hay muchas razones para mentir. Creo que es muy difícil vivir sin mentir, pero lo que deberíamos tener en cuenta es si mentimos demasiado, porque sería una enfermedad, o si cuando mentimos le hacemos mal o daño a otro. Y animarse de a poco a decir la verdad, la que a veces no decimos porque no queremos que la otra persona se enoje. Pero lo cierto es que, en nuestra evolución, un día no tenemos que mentir más.

Cielo: hay que decir la verdad.

Abuelo: y eso no solo no es fácil, sino que además es difícil de entender porque no hay una sola verdad…

Cielo: ¿no? ¿no hay cosas que son verdad?

Abuelo: Escuché decir que la única verdad es Dios. Puede ser, pero todos tenemos una imagen distinta de lo que Dios es; por eso en realidad hay muchas verdades diferentes. Por eso dicen que la verdad es relativa…

Cielo: ¿relativa…?

Abuelo: a ver… relativa, porque está en relación con tu vida y con las cosas que hayas vivido. Porque la verdad de cada persona se construye a partir no solo de lo que aprende, estudia o sabe, sino de las experiencias y de la vida que vivió y vive. ¿Podés entender?

Cielo: más o menos, … o casi no…

Abuelo: Veamos: si la verdad dependiera de lo que aprendemos de los libros, todos creeríamos en las mismas verdades, si nos enseñaran lo mismo en la escuela. Y tratan de que así sea, pero sucede que cada uno vive de diferente manera, en sus casas, porque tiene padres diferentes, más plata o menos plata, más hermanos o sin hermanos, y todo eso va formando dentro tuyo una forma de ver la vida y las cosas, y cuales son o no verdaderas para vos. Y para cada uno.

Cielo: entonces no nos podemos poner de acuerdo en nada.

Abuelo: bueno, en muchas cosas vamos a estar de acuerdo, aunque no sea un acuerdo total, y en otras no. Por ejemplo, con el vestido de la señora: todos estamos de acuerdo en que se compró un vestido. Pero en cómo le queda hay una diferencia. Lo que tendríamos que aprender es a aceptar esto, aceptar que cada cual ve las cosas de acuerdo a su punto de vista. Y el desafío es convivir con estas diferencias. Si todo fuera igual, sería aburrido. Así que las diferencias, no solo son más divertidas, enriquecedoras, poque te aportan otros puntos de vista, que pueden ir modificando tus verdades.

Cielo: entonces cuanto más vivís, como vos que sos… mi abuelo, sabés más cosas que son verdad.

Abuelo: y… un poco, es así. Tenés razón. Los viejitos, con más experiencias sabemos más cosas. Por lo menos de la vida. De la tecnología o de celulares creo que vos sabés más que yo.

Cielo: Sí. Listo entonces; a dormir una siestita de verdad.

12

Cielo: la abuela el otro día dijo una palabra rara: miserdi… coria … algo así…

Abuelo: ¿misericordia?

Cielo: Sí. Miserdicordia.

Abuelo: Misericordia.

Cielo, bueno, eso. ¿qué es?

Abuelo: bueno… es una actitud, una forma de actuar para con las otras personas; es una virtud muy importante. Tan importante es que no se si alguna vez escuchaste que Jesús dijo un día: Bienaventurados los misericordiosos porque ellos conseguirán misericordia.

Cielo: de los bienaventurados algo escuché…

Abuelo: Es una de las bienaventuranzas. Ser misericordioso es tener compasión por el que está sufriendo; ayudarlo …

Cielo: sí, que te dan lástima.

Abuelo: más o menos, porque la lástima no es en realidad misericordia. Es difícil la diferencia, pero a ver… lástima podemos sentir por lo que pasa; por ejemplo, me da lástima que se le haya quemado la casa; pero la compasión es por la persona; sos compasivo o misericordioso con la persona que perdió su hogar y con su familia. Se entiende más o menos.

Cielo: sí, más o menos.

Abuelo: es ayudar de corazón a aquellos que tienen una necesidad o están sufriendo; es una acción podemos decir; vas a ayudarlo, mientras que la lástima sería como que ves lo que le está pasando y te da lástima, pero no significa que vayas a ayudarlo.

Cielo: ahora sí, si voy a ayudarlo es que tengo misericordia con esa persona.

Abuelo: ¡eso! Ahí sos misericordiosa. Cuando Jesús le dijo las bienaventuranzas a los discípulos y ésta en especial, la de ser misericordiosos, quería que ellos pudieran portarse con los demás como Él se había portado con ellos: con un amor paternal. Porque ¿te acordás que hablamos de que todos éramos hermanos hijos de un mismo padre?

Cielo: Sí. Dios

Abuelo: Bueno, como hermanos tenemos que tratarnos con un amor fraternal, de hermanos, pero Jesús quería que sus discípulos cuando fueran a misionar tuvieran con las personas un amor paternal, porque ahí está la misericordia: el padre perdona y ayuda a sus hijos cuantas veces lo necesiten. Los padres, salvo excepciones, siempre son compasivos con sus hijos. Cuando Pedro le dijo a Jesús: ¿cuántas veces tengo que perdonar a mis enemigos? ¿7 veces? El Maestro le respondió: 70 veces 7.

Cielo: siete por siete…un montón. 490 veces

Abuelo: sí, quiere decir que siempre debes perdonar y ser misericordioso con los otros. Esto quizá no lo entiendas, pero Jesús como Hijo del Hombre, tenía por todo un amor fraternal, pero como Hijo de Dios su amor por todos era paternal. nComo ves la palabra misericordia es amplia, pero ¿entendiste más o menos lo que significa?

Cielo: sí, tenemos que ser muy buenos con los demás.

Abuelo: bueno; sí. Eso.

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